martes, 14 de enero de 2014

Rompiendo los malos hábitos alimenticios


La obesidad es un problema grave actualmente en nuestra sociedad, ya que trae consigo más probabilidades de contraer enfermedades como diabetes, padecimientos cardiacos, hipertensión, por mencionar algunas. La obesidad o incluso esas llantitas pueden responder a malos hábitos alimenticios que no consideramos dañinos, pero que en realidad pueden ser la causa de la obesidad.

1-. El tamaño del plato importa: Está comprobado psicológicamente que entre más grande sea el plato de comida, más tiendes a comer. Prueba cambiarlo por uno más chico y trata de complementar mejor tu dieta.

2-. No dormir lo suficiente: Al no darle el descanso adecuado a tu cuerpo, lo haces pasar por períodos largos de estrés, haciéndolo más propicio a almacenar grasas y a exigir más ingesta de comida. Dormir las 8 horas puede ayudar a regular tu metabolismo entero y a aprovechar mejor tu energía.

3-. "Light" no significa sano: Las bebidas light suelen ser la primer medida en tomar por las personas que quieren bajar de peso, pero este es uno de los peores errores que puedes cometer, ya que solo engaña a tu cerebro, pero a tu cuerpo no, y él exige azúcar verdadera, por lo que tiene que sacarla de más cantidad de comida, haciéndote comer más.

4-. No desayunar: El cuerpo tiene tiempos específicos para la ingesta de comida, y al saltarse uno de estos, el cuerpo entra automáticamente en un estado de preparación para hambruna, en la que almacena las grasas que consume en vez de usarlas para generar energía. Un estudio con niños en China demostró que los niños que no desayunaban, subían de peso significativamente más a los que desayunaban algo por la mañana, en un lapso de 2 años.

5-. Comer no es un escape de tu vida: Muchas personas comen cuando tienen problemas, o cuando han tenido un mal día, encontrando en la comida un alivio físico pero no el emocional que necesitan. El estrés es una respuesta natural ante la presión, pero es necesario encontrar otras actividades más benéficas que puedan ayudarte a liberarlo. Puede ser un deporte, algún hobbie artístico o simplemente salir a caminar a algún parque.

6-. Comer rápido engorda: Tu cerebro tarda de 10 a 15 minutos en darse cuenta que está lleno, por lo que comer rápido no es conveniente ya que puedes comer más de lo que debías y así ir aumentando de peso. Recuerda que debes procesar bien cada alimento, incluyendo masticarlo adecuadamente y evitar engullir demasiada comida de bocado en bocado.

7-. Comer a altas horas de la noche: Comer pesado a altas horas de la noche está relacionado a un aumento significativo de peso, ya que no se le da el tiempo adecuado a la comida para digerirse apropiadamente, además que el cuerpo no descansa lo que debería.